Desde
que era niño siempre me he sentido atraído por la antigüedad del ser humano y
otros temas que para mí eran de relevante interés. Por eso, he decidido
escribir este pequeño artículo sobre una de las revoluciones más importantes en
la historia de la humanidad.
Hasta hace cerca de 12.000 años, el homo
sapiens fue un cazador y recolector. La dieta que consumía por entonces era más
variada y equilibrada (aunque existe una cierta controversia en que la dieta de
las plantas domesticadas era más
completa que la primera). Con una capacidad de observación que sólo posee el
animal humano, en la recolección en concreto, observaron que al tomar
determinados frutos, de estos, caían semillas y granos en el camino de ida y
venida tan trillado para adquirir el sustento. Tuvo que transcurrir un
determinado tiempo, y darse cuenta de la evidencia del proceso de observación
que debió de durar decenas de siglos, hasta llegar a la conclusión de que
podían domesticar determinadas plantas, como en un principio el trigo y la
cebada, para alimentarse de ellas. Mas adelante perfeccionaron la técnica de
labrado dándose cuenta que al sembrar a más profundidad los frutos brotaban más
fuertes y abundantes. Con ese objetivo crearon un utensilio llamado arado. Los
primeros arados estaban hechos sólo de madera, y eran arrastrados por personas.
Más adelante se les añadió grandes piedras afiladas, y se sirvieron de animales
para labrar la tierra. Pocos siglos más adelante, empezaron a domesticar
especies tales como: las cabras, las vacas, los cerdos, los caballos, etc. Así
empezó el sedentarismo, el ser humano dejó el nomadismo salvaje del cazador-recolector
por otra forma de vida aparentemente más cómoda pero a la larga más laboriosa.
Bueno, este es el tema
que quería exponer en este sencillo
artículo. La verdad es que es un tema muy denso y en constante
evolución, ya que la arqueología siempre se está descubriendo nuevos datos
sobre nuestra vida ancestral. Espero que sea de vuestro interés y haya
estimulado vuestra curiosidad ya que es un tema apasionante.
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