No
sé si ustedes recordarán la película "Feria de Monstruos"
("Freaks" USA,1932.MGM.)de Tod Browing. En este film se
servían de un elenco de personas,con todo tipo de disfunciones
físicas, psíquicas, terribles amputaciones y malformaciones
genéticas para dar vida a una serie de personajes que trabajaban en
un circo, divirtiendo a un publico que acudía a recrearse con el
sufrimiento ajeno .Las reacciones eran variadas;algunos
horrorizándose, unos sintiendo curiosidad y otros
sencillamente,riéndose de las horribles disfunciones que sufrían.
El
director,no hacía otra cosa que mostrarnos algo habitual en esa
época. Está claro que la sola idea de un espectáculo de esta
índole en la actualidad nos crearía un rechazo, una indignación y
una desaprobación absoluta. No obstante, hay un espectáculo que se
representa actualmente en el que, como sería imposible dejar actuar
a personas con disfunciones para que se mofasen de ellas, se las
inventan y nos muestran a "trapecistas bipolares" a
"camareros esquizofrénicos" (sic) y otros personajes
todos ellos con enfermedades relacionadas con la salud mental. El
espectáculo en cuestión se llama "El Manicomio de los
Horrores".
Aunque
hace años los responsables de este espectáculo emitieron un alegato
en el que se disculpaban y se comprometían a no volver a utilizar
este tipo de terminología peyorativa y en desuso en relación a las
diversidades funcionales, lo han vuelto a hacer.
Nosotros
como personas con problemas de salud mental, nos oponemos a que se de
continuidad a este tipo de teatro que no hace sino aumentar la
estigmatización y sentimientos de rechazo a los que padecemos estas
enfermedades y no colabora en absoluto a la idea de que somos personas
completamente normales con otro tipo de dificultades.
Entendemos
que los responsables de marketing de este espectáculo tratan de
aumentar su público justificando el fin con los medios, haciendo
acopio del mayor morbo posible y diseñando un paisaje truculento y
desasosegador con actores que representan padecer unas enfermedades
que según ellos deberían infundar horror, miedo y espanto.
Sabemos,
no obstante, que tras una conversación con responsables de
asociaciones que defienden los derechos de personas con problemas de
salud mental han acordado alguna rectificación relativa a la
publicidad.
La
realidad es que personas con este tipo de enfermedades existen
(existimos) y se puede asegurar que somos normales, con nuestros
propios caracteres y con nuestras propias dificultades y no somos en
absoluto siniestros ni de riesgo.
Es difícil el camino para erradicar la estigmatización de las personas
con problemas de salud mental y los logros se consiguen con lentitud
y con mucho esfuerzo y trabajo. En el "Manicomio de los
Horrores" sin embargo, se empeñan en deshacer este trabajo
mostrándonos como "desquiciados" y "Perturbados
mentales" (sic) entre otras lindezas.
Somos
personas dignas y con deseo de integrarnos socialmente, no de lo
contrario.
Por
todo esto,rechazamos este tipo de lenguaje discriminatorio y ofensivo
y nos mostramos en contra de que se utilicen terminologías que
denigran determinados colectivos como el de las personas con
problemas de salud mental.